Las trampas de luz son muchas veces empleadas para capturar insectos, como una forma de control. Si bien es verídico que lo que se captura ya no estará en el lugar, el procedimiento, en sí mismo, no es control. Esto en realidad, es monitoreo. Es decir, que debemos leer lo que está en la placa. Por ejemplo ¿que tipo de insectos tenemos?, ¿en qué cantidades? Ello nos indicará el problema al cual estamos expuestos.
Veamos los siguientes ejemplos:
Si tenemos moscas domésticas, es posible que se deba a que tengamos falta de exclusión, problemas de higiene y hasta focos de crianza por acumulación de materia orgánica por varios días sin remover.
De nuevo, si encontramos las llamadas moscas verdes o “de botella”, podrían estar indicándonos que cerca del lugar debe haber algún animal muerto (de tipo roedores, aves, domésticos u otros), dado que los huevos de estos insectos son dejados en ellos.
Por otro lado, si contabilizamos moscas de la fruta, es posible que tengamos problemas de higiene o formación de biofilms en drenajes, equipos, juntas de pisos, rejillas, etc., que es donde se genera su ciclo biológico. O bien la presencia de insectos nocturnos atraídos por la luz, señalarían problemas de exclusión (puertas y/o portones) abiertos durante la noche.
Con esta información se deben actuar en búsqueda del origen del problema y actuar en consecuencia. Asimismo, las mediciones de estos parámetros nos indicarán si las mejoras que implementamos funcionaron o no.
La forma de medir es contando los insectos por variedad.
Si la placa es grande y las capturas son muchas, es posible cuantificar mediante sistemas de visualización de placas ocupadas por especie y, ese porcentaje, llevarlo a números finitos Esta práctica normalmente se lleva a cabo con software para tal fin.
Es importante y conveniente utilizar placas con fondo blanco (esto ayuda notablemente y facilita la identificación) y cambiarlas en cada lectura, caso contrario es muy difícil hacer una lectura y en la próxima visita, descontar lo capturado en el periodo anterior.
La frecuencia del cambio o visitas de lectura y análisis estará ligada a la presión o cantidad de capturas.
Dada la amplitud de este tema, les hemos acercado en este artículo los puntos más relevantes a tener en cuenta. Para seguir actualizándose y completando su capacitación al respecto:
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Autor:
Ricardo Ferrario.
Técnico Químico. Especialista en MIP en la Industria Alimentaria.
Socio Gerente de Clean City desde el año 1997.
Trabajó en el manual de MIP desarrollado por la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentos dentro del Programa Calidad de los Alimentos Argentinos.
Docente en la carrera de Post grado de la Ceica de la UCA.
Docente en la carrera de Post grado de la EMIP de la Universidad de Morón.
Ha dictado numerosos cursos de capacitación en el tema MIP para laboratorios como Bayer, Chemotecnica y Anasac en Argentina, Chile y Uruguay.
Es titular del Portal Infoplagas.com, primer portal de habla hispana referido al tema MIP en Argentina.
Ha desarrollado el primer sistema de control de gestión On Line para servicios de MIP en Argentina.
Recibió capacitación de los programas y auditorías de MIP en Argentina y Estados Unidos por parte de la NPMA y AIB Internacional.
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